27/2/08

Serbia, Kosovo y la ONU

Kosovo, el 17 de febrero de 2008, declaró su independencia de forma unilateral. De inmediato, el caos (que habita en los Balcanes desde hace mucho) se desató. Una ola de actos violentos por parte de los serbios que reclaman el territorio de Kosovo ocasionó desmanes en las calles y en algunas embajadas de los países que apoyan el acto unilateral.

En el globo las opiniones son diversas: Estados Unidos, Francia, Alemania, Italia, Taiwán y otros apoyan la independencia de Kosovo; mientras que Rusia, España, Venezuela, Bolivia y otros más se muestran en oposición. Los primeros defienden el derecho a la libre autodeterminación de los pueblos y a la necesidad de la independencia para la consecuente estabilización en los Balcanes. Los segundos abogan por el principio de soberanía y de integridad territorial, además consideran que es un atentado en contra de la legalidad internacional porque viola la
resolución 1244 del Consejo de Seguridad de la ONU que daba la administración de Kosovo a las Naciones Unidas mientras se buscaba una solución, pero teniendo en cuenta que se respetaría la integridad territorial y soberanía de Serbia.
Sin embargo, hay otras razones detrás de todo esto. Es cierto que existe un conflicto de muchos años entre serbios y kosovo-albaneses. Es cierto que la situación de la ex Yugoslavia es insostenible. Es cierto que existe un problema étnico y cultural. Es cierto que hay muchos indicios de etnocidio en la región. Es cierto que Serbia no se ha prestado para el diálogo, haciendo caso omiso a los pedidos de una Kosovo que clamaba por su independencia. No obstante, también es cierto que EEUU apoya a Kosovo porque busca un aliado en los Balcanes (¿otro Israel?). También es cierto que España se niega a aceptar la independencia porque teme que ésta cree un precedente que permita paralelismos con lo que sucede con el Gobierno vasco y Cataluña, lo cual no está lejos de la realidad, si no veamos lo que la portavoz del Gobierno vasco ha declarado: “(la independencia de Kosovo supone una) lección sobre el modo de resolver de manera pacífica y democrática conflictos de identidad y pertenencia". También es cierto que la independencia de Kosovo crea un Estado dependiente, pues para “empezar de cero” con la economía en depresión que tiene es necesaria la intervención de los organismos internacionales, lo cual pone en bandeja de plata la aspiración de las potencias de controlar otro país.

El problema se encuentra en la ineficiencia de la ONU. Esta organización supranacional encargada de solucionar los conflictos internacionales con el fin de que la paz y la seguridad permanezcan en el mundo ha entrado, desde hace años, en un proceso de deterioro. Se ha convertido en una entidad títere de las potencias, lo que se demuestra cuando EEUU pasa por encima de ésta las veces que quiere invadir otro país. Además, vale decir que el derecho a veto de los miembros permanentes es una muestra de déficit democrático e impide en muchos casos llegar al consenso. Recordemos que es un derecho basado sólo en la historia, porque ni siquiera se puede argumentar que los votos pesan según la contribución, si fuera así ¿por qué no se le da peso a Japón o Alemania? Incluso Brasil aporta más que la vieja Rusia.

Este acto unilateral es, desde un punto de vista jurídico, una falta contra la legalidad internacional (Rusia no comete error en afirmarlo), pero eso no le quita validez o reconocimiento, es decir, es necesario ver este tema como lo que es: un asunto político que lamentablemente sobrepasa las barreras del derecho. No pretendo decir que lo político pese más, sino que el derecho internacional no funciona de acuerdo a las necesidades del mundo cuando su organismo principal presenta deficiencias notorias. Por lo tanto, si es la autodeterminación de los pueblos o el principio de soberanía lo que prima más no importa por ahora cuando el caos se ha apoderado de la región, lo que importa es que la ONU debe hacerse cargo de buscar diálogo, mantener la paz, llegar a un acuerdo. Creo firmemente que la ONU es una organización necesaria en este mundo de diferencias, pero también creo que necesita de una reestructuración para adquirir de nuevo la credibilidad que una entidad de su categoría debe tener.

1 comentario:

Gustavo Kanashiro Fonken dijo...

Buena entrada. La ONU definitivamente posee muchos defectos, puesto que en la práctica pareciera ser simplemente una imagen de "paz" con motivaciones políticas.
¿Cuáles son las necesidades del mundo? ¿La paz, el diálogo, el consenso, la soberanía, el derecho? En el caso de la independencia de Kosovo, ni ellos ni los serbios van a dar el brazo a torcer puesto que todas sus motivaciones terminan siendo relativas. Me parece que el problema de fondo termina siendo la identidad. ¿Cuáles son las motivaciones para que Kosovo busque una independencia? Autonomía, búsqueda de identidad, resentimiento histórico... ¿eso basta? Antes de buscar la separación debería buscarse la alianza, no a través del derecho, sino a través de la política. Y es que sigo sin creer que legalizar un punto de vista sobre otro (para colmo unilateralmente) sea solución de algo.